miércoles, 28 de enero de 2009

Me es familiar , las losas , el viento podría extrañar este mundo de ciudad. Transcribo mentalmente el poema , escrito desde un lugar cualquiera. Bellezas sin nombre, sin historia, cruzan mi camino pero solo mi mente trata de descansar.
Irremediablemente las cartas redactadas mil veces y nunca escritas regresan a mi saturada mente.
Las que no he enviado , las que ya no envié , un tanto por miedo y otras por salud.
La última fue la mas burda despedida que he hecho, que me perdone.
Ya ha pasado mucho tiempo y la nada me persigue, el tratar de ordenar mi alma , mi laberinto particular, donde mi angustia , mi confusión no me permite salir del mismo, ese laberinto donde la única guía para escapar de él, era ese hilo de seda, que formaban esas cartas inéditas.

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